Artículo: La Etica Humana X La Etica Judía – Parte V

Por: Dr. Yitzhak Calafi

5. DIALÉCTICA IDEALISTA HEGELIANA

picasso cubistaEl quinto período aparece con el idealismo filosófico dialéctico de Georg W.F. Hegel (1770 –1831). Para él la realidad se explica por el devenir dialéctico entre opuestos que constituyen al mismo tiempo en otros tantos momentos de una unidad orgánica.

Hegel considera que sólo Dios está fundado en la libertad, como “libertad de la Idea”, la Idea que se libera a sí misma en el curso de su auto desenvolvimiento dialéctico. El hombre individual no puede ser libre como un todo, porque sólo puede ser libre si se reconoce en el todo, en el Estado, las leyes y las instituciones. Siendo sólo el Espíritu Absoluto totalmente libre, dice Hegel, el hombre, por su característica finita y limitada no puede serlo sin referencia al todo, por lo que la libertad del sujeto se identifica con la racionalidad colectiva, para todos. “El Estado es la actualización de la idea ética”

El logro de esta síntesis constituye la configuración del estado “dios terrestre”, donde se da la armonía entre el sujeto-individuo y el todo social. Para Hegel la expresión profunda de la ética es la política, el desplazamiento de la ética personal a la ética social es necesaria para que emerja el ser de la verdadera realidad: la colectividad o el espíritu colectivo. El Estado es “la actualización de la idea ética”. Ese espíritu o “impulso” colectivo, en todas sus facetas, expresa lo divino en la tierra: gracias a él el individuo es libre; es decir, las leyes de este dios viviente le protegen: “esta liberación del espíritu en la que vuelve a sí mismo y va a realizar su verdad y la obra de ésta, constituyen el derecho supremo y absoluto.

“Por ello, a ese “dios” hay que rendirle “culto”, es decir, hay que volcarse hacia él, identificándose con él, pues es el creador de su propio destino: él “hace” la Historia y los individuos que mundo nas mãoscomprenden esto caerán en la cuenta de que no hay más derecho que el del Estado. El Estado no es una simple institución política, sino el espíritu colectivo que impregna la vida comunitaria.

El Derecho natural se subordinará al del Estado, pues el primero defiende los intereses del individuo que debe subordinarse al bien común. El individuo debe todo lo que es al Estado o al Espíritu Nacional y debe someterse al él: “El Estado o unidad substancial es fin inconmovible absoluto en sí mismo, en el cual la libertad alcanza su supremo derecho. Por otra parte, este fin último tiene supremacía sobre el individuo, cuyo supremo deber es ser un miembro del Estado” “El Espíritu Nacional constituye la plena libertad de los ciudadanos, al obligar a éstos a dejar a un lado los intereses particulares e identificarse con objetivos racionales y universales”. “El pueblo es aquella parte del Estado que no sabe lo que quiere.”

El Estado es la realidad ética consciente de sí, y fuera del Estado, la libertad, justicia, igualdad, son abstracciones que sólo en virtud de la ley, y como ley, encuentran su realidad.

Hegel afirmará que la Vida es la Idea, lo ideal que se ha manifestado y actuado en la realidad, la unidad que se ha realizado en lo múltiple, sin derramarse ni dividirse. La vida es lo infinito, lo Absoluto, Dios mismo, la totalidad que lo abarca todo, y que la unidad de lo divino y lo humano se ha realizado en la persona de Jesús. [Hegel “La Vida de Jesús, y “Sobre la relación de la religión racional con la religión positiva”].

De la misma manera la unidad del individuo, de la familia y de la sociedad es el Estado, porque tiene la unidad que es propia de la familia y garantiza esta unidad en las formas que son propias de lahegel sociedad civil.

Hegel fue uno de los promotores más notables de la creencia de la superioridad europea, más exactamente del norte de Europa, sobre las demás culturas del mundo. Para él, la Historia Universal nació en Asia, y culmina en Europa. La manifestación más alta del pensamiento humano, que aparece con la modernidad, para él, con la Reforma Protestante en Alemania, la Revolución francesa y la Ilustración son los puntos de referencia en donde la subjetividad se reconoce a sí misma. Hegel recuerda que Inglaterra se otorgó a sí misma la “misión” de expandir la civilización por el resto del mundo. Fue un defensor irrestricto del “Espíritu germánico”, que acompañado del cristianismo, sería lo más avanzado de la humanidad.

“El Espíritu germánico (der Germanische Geist) es el Espíritu del Nuevo Mundo (Neuen Welt), cuyo fin es la realización de la Verdad Absoluta, como autodeterminación infinita de la libertad, que tiene por contenido su propia forma absoluta. El principio del imperio germánico debe ser ajustado a la religión cristiana. El destino de los pueblos germánicos es el de suministrar los portadores del Principio cristiano.” La dialéctica hegeliana dejará una gran impronta en el pensamiento occidental de los siglos XIX y XX, e influirá enormemente en el pensamiento político en el socialismo, fascismo, comunismo y nazismo.

Marx, hegeliano de izquierdas, afirmará en su obra Ideología Alemana, que “el único sujeto de la historia es la sociedad en su estructura económica, pero se antepone la materia a la Idea. En la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias, independientes de su voluntad, en relaciones de producción que corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas positivas materiales, El conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la sociedad, o sea, la base real sobre la cual se alza una superestructura jurídica y política y a la cual corresponden formas determinadas de conciencia social. En general, el modo de producción de la vida material condiciona el proceso social, político y justiçaespiritual de la Vida. No es la conciencia de los hombres la que determina su ser, sino al contrario su ser social es el que determina su conciencia”.

El pensamiento hegeliano es la base ideológica del totalitarismo, tanto el marxista -hegeliano de izquierdas-, el fascista, y así como el del nazismo.

El comunismo oprimió brutalmente a la población, incluyendo al proletariado, además de cometer masacres. El fascismo fue la maquina de opresión de la burguesía contra el proletariado, y el nazismo se basó en el odio racial contra humanos, así como el exterminio de los que los nazis consideraban débiles e inferiores. A su manera, aunque fuera perversa, todos buscaban, teóricamente, cohesión social y una organización fuerte, aquello que Hegel dijo que le faltaban a las democracias liberales de su época. Sin embargo, los tres fueron manifestaciones del Espíritu Nacional (es decir, de la Razón) que sofocaron la libertad de las personas, y perpetraron crímenes contra la humanidad, destacando en la barbarie la Alemania que tanto admiraba Hegel, mientras este había “profetizado” que “el progresivo desarrollo del Espíritu conllevaba un progresivo aumento de la libertad”. marx

En el proceso a Adolf Eichmann en Jerusalem manifestó que personalmente nunca tuvo nada contra los judíos, sino que al contrario, le asistían muchas razones de carácter privado para no odiarlos, y que jamás sintió animadversión hacía sus víctimas, y que nunca lo ocultó tanto a las víctimas como a sus SS subordinados. También declaró que en Viena, donde tanto éxito alcanzó Eichmann en organizar la emigración forzosa de los judíos con destino a los campos de exterminio, tenía una amante judía, que era un “antiguo amor” de Linz. Eichmann explicó que sintió fascinación por los sionistas, por su idealismo. En el curso del interrogatorio policial en Jerusalem de mayo de 1960 a abril de 1961 declaró que habría enviado a la muerte a su propio padre, caso de que se lo hubieran ordenado, queriendo indicar lo gran idealista que él era. El criminal nazi argumentó a su favor afirmando que él había sido un ciudadano fiel cumplidor de las leyes, y las órdenes de Hitler, que él cumplió con todo celo, tenían fuerza de ley en el Tercer Reich.

También argumentó que él no era un canalla en lo más profundo de su corazón; y en cuanto al problema de conciencia, Eichmann recordaba perfectamente que hubiera llevado un peso en ella en el caso de que no hubiese cumplido las órdenes recibidas, las órdenes de enviar a la muerte a millones de hombres, mujeres y niños, con la mayor diligencia y meticulosidad. Los seis psiquiatras israelíes que estuvieron estudiando al criminal nazi certificaron que Eichmann no sólo era un hombre “normal”, sino ejemplar en sus rsuáticaelaciones familiares. [Hannah Arendt. Eichmann en Jerusalem. Un estudio sobre la banalidad del mal]. El responsable de la muerte de tantos millones de judíos era el perfecto idealista hegeliano, que anula su voluntad ante el Estado, divinizándolo, y creyendo que no hay más derecho que el del Estado.

“Todo aquel que acepta el yugo de la Toráh, es relevado del yugo del gobierno y del yugo de los asuntos mundanos. Pero el que arroja de sí el yugo de la Toráh, encontrará que se le ha impuesto el yugo del gobierno y el yugo de los asuntos mundanos” [Pirké Avot 3.3]

“Todo aquel que acepta el yugo de la Toráh es relevado del yugo del gobierno y del yugo de los asuntos mundanos. Pero el que arroja de sí el yugo de la Toráh, encontrará que se le ha impuesto el yugo del gobierno y el yugo de los asuntos mundanos”

[Pirké Avot 3.6]

¡ Cuántos seres humanos, cuántos yehudim arrojaron el yugo de la Toráh, para caer en las garras y yugo del totalitarismo marxista!

“Cuando diez personas se sientan y estudian la Toráh, la Shejiná reside entre ellos, según lo que fue dicho (Salmo 82:1): “D-s permanece en la Congregación Divina. En medio de los jueces juzga Él”. …” [Pirké Avot 3.7]

La anulación de D-s en la conciencia humana, la divinización de los seres humanos, individual o colectivamente, o enalteciendo a la humanidad en su conjunto como reguladora de leyes y normas éticas han comportado rotundos fracasos y crímenes a la misma humanidad. Sólo la creencia en la trascendencia de la ley que emana del Eterno y su vivencia puede fijar unas normas válidas para cada ser humano y para la sociedad.

El Eterno trasciende nuestras mentes y cuerpos, y sólo el temor del Eterno es la fuente de la libertad.

¡Que pronto veamos como todos los humanos invocan el nombre del Eterno y aceptan el yugo de Su soberanía para que reine sobre todos nosotros!

Amén veamén

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