Mishpatim: Ojo por ojo

Por: Dr. Yitzhak Calafi

Hay pocos textos de la Torá que han sido tan mal interpretados, tergiversados y pervertido su significado, cuyos comentarios han sido ampliamente difundidos y han enraizado tan profundamente en la mente de judíos y no judíos como: Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, fractura por fractura. [Shemot 21:24-26]

Y al que hiriere a su prójimo se le hará como hizo él: fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente. Se le hará la misma herida que le hizo a su prójimo. [Vayikrá 24:19]

 

William Shakespeare escribió entre los años 1594 y 1597, y publicada en 1600 El Mercader de Venecia en el que el judío usurero, Shylock, acepta prestar el dinero a Antonio, un rico comerciante cristiano, con la condición de que, si la suma no es devuelta en la fecha fijada, Antonio tendrá que dar una libra de su propia carne de la parte del cuerpo que Shylock disponga. Antonio no puede devolver el dinero, Shylock reclama su libra de carne; en el juicio presidido por el Dux de Venecia se admite que por ley, Shylock puede cobrarse la libra de carne, pero sólo carne sin derramar ni una gota de sangre. Shylock desiste de su reclamo, y el duque termina quitándole sus riquezas, y le da la mitad a Antonio y la mitad al estado. Antonio dice que le perdona su parte si se convierte al cristianismo y le da sus propiedades a su hija Jessica, que Shylock ha desheredado por haberse casado con Lorenzo, que es un cristiano.

Shakespeare no se auto considerará a si mismo un antisemita, y le hará decir a Shylock: “-Me ha arruinado… se ha reído de mis pérdidas y burlado de mis ganancias, ha afrentado a mi nación, ha desalentado a mis amigos y azuzado a mis enemigos. ¿Y cuál es su motivo? Que soy judío. ¿El judío no tiene ojos? ¿El judío no tiene manos, órganos, dimensiones, sentidos, afectos, pasiones? ¿No es alimentado con la misma comida y herido por las mismas armas, víctima de las mismas enfermedades y curado por los mismos medios, no tiene calor en verano y frío en invierno, como el cristiano? ¿Si lo pican, no sangra? ¿No se ríe si le hacen cosquillas? ¿Si nos envenenáis no morimos? ¿Si nos hacéis daño, no nos vengaremos?”

Shakespeare nunca conoció personalmente a judíos, ni supo nada sobre el judaísmo, ya que escribió esta obra en un país oficialmente sin judíos desde hacía tres siglos, cuando fueron expulsados de Inglaterra por orden del rey Eduardo I de Inglaterra en 1290. [1]

Será con G. Cromwell en 1657 que se permitirá que judíos aislados se establezcan nuevamente en Inglaterra. Pero en la obra subyace la idea que el judío exige textualmente ojo por ojo, y precisamente al no poder cumplirse con suma precisión la sanción, el mismo judío pierde el pleito, y la bondad cristiana se impone a las exigencias del “ojo por ojo” del judaísmo.

El más grande autor inglés de todos los tiempos parte de la figura contractual del Nexum en el Derecho Romano, en las que el deudor o nexi cedía legal, incluso con formas rituales, poder de dominio sobre su persona al acreedor, fuera de efectos inmediatos o aplazados hasta el momento de quedar incumplida la deuda. Los nexi eran ciudadanos empobrecidos, en general plebeyos en tanto que carecían de otras redes de contención, que así se habían dado ellos mismos en prenda de acreedor. El compromiso implicaba dominio, incluyendo la posibilidad de que el acreedor lo vendiera como esclavo, le diera cárcel o incluso muerte. El nexum en el Derecho Romano, avalaba el pago de la deuda con el cuerpo del humano legitimizado por la Ley de las XII Tablas [lex duodecim tabularum o duodecim tabularum leges] texto legal que contenía normas para regular la convivencia del pueblo romano. Shakespeare aplicará y proyectará el concepto romano del Nexum en la exigencia de Shylock de cortar una libra de carne del cuerpo de Antonio, mal interpretando el pasuk de “ojo por ojo” de la Torá.

 

La editorial de Los Ángeles Times afirmaba el 14 de marzo de 2011 que la defensa israelí contra los asesinos de bebés y el conflicto israelo-palestino se caracterizaba deprimentemente por una relación disfuncional basada en la auto-destructiva mentalidad de “ojo por ojo”. [3] No sólo es este periódico norteamericano, sino la prensa mundial en general, la que considera que las acciones militares de prevención israelí frente el terrorismo son fruto de la mentalidad del “ojo por ojo” “legitimizada por los textos de la Torá”.

¿A que obedece la mal interpretación del pasuk?

1. La interpretación rabínica de todos los tiempos, basada en las instrucciones del mismo Moshé,  es de multa de tipo pecuniaria. Hay muchos judíos que piensan que esta interpretación es sólo una humanización y suavización de las leyes de la Torá efectuada por generaciones posteriores.Los judíos tenemos la Torá escrita, (Pentateuco, según los cristianos), y la Torá oral, el Talmud, que se basa en la recopilación de la tradición de las leyes que el mismo Moshé impartió a los Ancianos y Pueblo de Israel: “Cuando tienen algún problema vienen a mí [Moshé] y juzgo entre ellos y les doy a conocer las leyes de Elo-him y sus Torot [Torá escrita y Torá oral]” Shemot 18:16.

 

Hay multitud de argumentos que rechazan la interpretación literal del texto, como la R. Shimon Bar Yojaí por la imposibilidad de su ejecución, por ejemplo si una mujer lesionase los órganos sexuales masculinos, sería imposible aplicarle la misma lesión, o viceversa, si un varón agrediere y e hiriere a una mujer en sus órganos sexuales, no sería factible la aplicación de la misma herida, por motivos anatómicos, o por la desigualdad que crea ante la ley si se intenta su ejecución, según la escuela de Jizkiá, o los del Gaón Saádia en su controversia contra los caraítas, pues si el herido ha perdido el tercio de su visión, ¿cómo se le calcula el golpe-castigo? O si un ciego quita un ojo a una persona con visión correcta, ¿qué castigo se le aplica al ciego? Y si una persona que tiene un solo ojo lesiona totalmente el ojo de otro compañero con ambos ojos, ¿si se le quita el único ojo, se le deja completamente ciega? Y viceversa.

Rambam, en las Leyes del heridor y del dañador, cap. I, leyes 3, 5, y 6 dice que no debe interpretarse que el castigo será infligir al culpable la misma herida que causó a su prójimo. Realmente merece que se le mutile o se le hiera tal como hizo con su prójimo, por ello, se le exige el pago de una multa, pues está escrito: “Y no aceptaréis rescate por la vida del homicida que es reo de muerte”, sólo de un homicida no se aceptará rescate, pero hay rescate por miembros mutilados o heridas.

La palabra leshalem (pagar) se vocaliza también Shlemut (integridad) y Shalom (paz), por lo que saldar las deudas es un medio de lograr la paz, la pena pecuniaria es la manera de resolver los conflictos.

 

2. La interpretación errónea sobre el pasuk en cuestión procede de la crítica cristiana del judaísmo en las que se mezcla lo teológico y lo económico combinando las acusaciones de deicidio con las de acaparamiento, como explica Jacques Attali en “Los judíos, el mundo y el dinero”. Los Evangelios oponen también la supuesta “ley judía del talión”, procedente del Código de Hamurabi, denunciada por la Torá, y la apología cristiana de la no violencia. Mateo (5:38-39) retoma esa acusación por su cuenta, y hace decir a Jesús: “Habéis aprendido que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”. Pero yo os digo que no os resistáis al mal que quieren haceros; y si alguien os pega en la mejilla derecha, presentadle entonces la otra”.

El pasuk emplea la palabra  tajat, [según, no “por”] “ojo según ojo”, lo que no designa una venganza, sino, por el contrario, el pago de una indemnización en compensación por un daño. El pasuk exige contentarse con dinero cuando se perdió sangre; todo lo opuesto a exigir sangre ante un robo o perdida monetaria, como mal interpretó W. Shakespeare y mal interpretan los hijos de Esav.

 

3. Cuando alguien robare un buey o un cordero y lo degollare o lo vendiere, pagará cinco vacunos por el buey y cuatro ovinos por el cordero. [Shemot 21:37]

La sanción restitutoria judía por el robo es de tipo monetario, mientras que la larga tradición en territorios de Edom es la de aplicar castigos y penas de muerte por robos, como los castigos germánicos ante determinados delitos: robar un tarro de miel por parte de un esclavo era punible con la horca. De manera similar, en la Europa medieval la pena de muerte se empleaba de manera generalizada. Por ejemplo, en el siglo XVIII de la EC en el Reino Unido había 222 crímenes castigados con la pena capital, incluyendo algunos como cortar un árbol o robar un animal de los lords. Sin embargo, casi invariablemente las sentencias de muerte por crímenes contra la propiedad eran conmutadas a penas de traslado a una colonia penal, o algún otro lugar donde el recluso debía trabajar en condiciones muy cercanas a la esclavitud.

En estos territorios se ejecutaron a los niños comúnmente por robar. La sentencia de muerte se podría conmutar o ser pospuesta permanentemente, aunque entre 1770 y 1830, 35.000 personas fueron condenadas a muerte en Inglaterra y País de Gales pero solamente 7.000 ejecuciones fueron realizadas, la mayoría por el delito de robo. [4]  En Edom se conserva un buen número de ejemplos germánicos de castigos y multas ante determinados delitos, siendo el robo uno de los más duramente castigados.

La ley del Talión, que no tiene relación con el pasuk del “Ojo según ojo” hubiera sido un gran avance en Edom ante la desproporción de las penas impuestas al ladrón o al que hería a alguien, pues era costumbre ejecutar a un familiar del asesino u homicida, o ahorcar al que hería a un noble. El pasuk es el mayor avance ético, moral, y social, pues exige al infractor una restitución total, equivalente a la infracción perpetrada y no su lesión corporal.

A diferencia de la larga tradición en tierras de Edom, en el judaísmo la pena de muerte al homicida era apenas aplicada, pues aquel Sanhedrin que en setenta años ordenaba la muerte de un reo era calificado de sangriento. Maimonides escribió: «Es mejor y más satisfactorio liberar a un millar de culpables que sentenciar a muerte a un solo inocente», el sabio judío argumentaba que ejecutar a un criminal basándose en cualquier cosa menos firme que una certeza absoluta llevaba a una pendiente resbaladiza de onus probandi decreciente, hasta que al final se estaría condenando a muerte «de acuerdo con el capricho del juez». Su preocupación era el mantenimiento del respeto popular por la ley, y bajo ese punto de vista, creía que eran mucho más dañinos los errores por comisión que los errores por omisión.

 

NOTAS

[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Expulsi%C3%B3n_de_los_jud%C3%ADos

[2]  http://www.con-versiones.com/nota0767.htm

[3] http://opinion.latimes.com/opinionla/2011/03/israel-palestine-tit-for-tat.html

http://articles.latimes.com/2011/mar/14/opinion/la-ed-settlements-20110314

http://reportehonesto.com/show.php?idnoticia=161

[4] http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_del_Tali%C3%B3n

http://www.portalplanetasedna.com.ar/ordalia.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Liber_Iudiciorum

http://es.wikipedia.org/wiki/Pena_de_muerte

http://html.rincondelvago.com/historia-social-y-politica-contemporanea_2.html

http://www.filosofia.org/aut/001/1949relg.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Pena_capital_en_el_Reino_Unido

http://www.marxists.org/espanol/m-e/oe/pdf/oe3-v3.pdf

http://www.portalplanetasedna.com.ar/edadmedia1.htm

Imágen: Jessie Chapman, licencia: https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.en

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