Ki tetzé: Necesitamos familias fuertes

Parashat Ki Tetzé por el Rabino Ilan Rubinstein

“Si un hombre contrajera matrimonio, no debe enrolarse en elejército, ni se le debe imponer ninguna clase de servicio. Quedará libre en su casa por un año, para hacer feliz a su esposa” (Devarim24:5).

Uno de los temas fundamentales del judaísmo es la unión matrimonial, y a la Torá se adelanta en el comienzo mismo de la existencia del mundo diciéndonos que el hombre deberá abandonar a su padre y a su madre y se apegará a su esposa y serán una sola existencia. (Bereshit 2, 24)

En esta parashá nos ordena la Torá liberar al hombre recién casado de sus obligaciones ciudadanas y dedicarse durante un año a construir y solidificar el matrimonio que recién inicia.

¿Cómo es posible hacer prevalecer un derecho personal por sobre la obligación ciudadana que involucra los destinos de cientos de miles o millones de personas?

Cuando un soldado sale a la guerra y arriesga su vida está priorizando el bien general a su beneficio personal, sino ¿para qué arriesgar su vida? Entonces no cabe duda que los intereses de la nación están por encima de los intereses de sus ciudadanos ¿o no?

Uno de los milagros modernos más importantes del pueblo de Israel ha sido su supervivencia en el tiempo de la creación del Estado de Israel. Cinco ejércitos profesionales atacaron a un ejército nuevo sin medios, donde la mayoría de sus soldados no tenían la preparación suficiente para luchar.

Gracias a D-os, se ganó la guerra de la independencia apesar de las sensibles bajas sufridas, seis mil  almas, el uno porciento de la población. En una oportunidad le preguntaron a un soldado que había peleado en la guerra, cuál creía que era el secreto del éxito en esa contienda, como buen judío dijo una sola palabra: “D-os”, pero agregó: “Es distinto cuando peleas por un metro más de tierra que por tu casa y tu familia. Si ellos perdían volverían a sus países, si nosotros caíamos, detrás denosotros hubieran caído nuestras esposas e hijos”.

Explica el Rab Shimshón Rafael Hirsch que de esta ley se deriva la importancia fundamental que tiene la familia y la mujer para el judaísmo.

En este caso, la constitución de una sociedad sana depende de un núcleo familiar fuerte, el cual generará una sociedad fuerte. El derecho individual de la solidificación del matrimonio, es la clave del éxito general.

Si no tenemos familias fuertes, no tendremos soldados fuertes, si no poseemos familias ideales no tendremos soldados ideales. Este es el secreto de la supervivencia del pueblo de Israel hasta hoy día, obviamente con la ayuda de D-os.

Los historiadores muestran que la caída del imperio Romano se debió a la tasa de natalidad casi nula a causa de la homosexualidad, pederastia y otras desviaciones, lo que los llevó a contratar mercenarios que obviamente no tenían el compromiso de quien lucha por su casa.

El pueblo de Israel comenzó con una familia y se sostuvo hasta el día de hoy también como una gran familia ¿En qué pueblo dos hombres desconocidos se encuentran y se comportan como compañeros de toda la vida? ¿Quién confiaría en un aeropuerto sus tefilín a un desconocido para poder ir al baño?

Cuando ves al prójimo como tu hermano porque recibiste esos valores en el seno familiar, todo esto es posible y más.

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