Tzav: Subir por la escalera que baja

Por: Rabino Ilan Ariel Rubinstein. Todos los Derechos Reservados “

“Todo lo que tocare en su carne (del animal sacrificado) será santificado…” (Vaykrá 6:20).

Entre las múltiples leyes relacionadas con las ofrendas, nos enseña la parashá una especial. Si algún alimento entrara en contacto con la carne de la ofrenda subía al nivel de ésta, es decir que si la ofrenda únicamente podía ser comida por el Cohen, entonces también este alimento sólo podía comerlo un Cohen. En esta misma parashá, encontramos una expresión idéntica con respecto al contacto con lo impuro. “La carne que toqué algo impuro no podrá ser ingerida”.

Explica los Sabios en el Talmud que un alimento, para santificarse por medio del contacto con la carne de la ofrenda, necesita más que un contacto superficial. Debe absorber de esa carne el gusto, por ejemplo cuando se tocan en caliente, esto se aprende de la palabra “vivsará”, en su carne, es decir absorbiendo lo que hay adentro de su carne. Si el versículo hubiera querido decir que sólo el contacto lo elevaba de nivel hubiera dicho: “vesará”, su carne. Sin embargo, en el caso del contacto de carne pura con lo impuro, sólo ese contacto superficial lo impurifica.

¿A qué se debe esta diferencia?

escalera mecanicaEsther paseaba con sus hijas de tienda en tienda por el Centro Comercial, estaban comprando ropa para Rosh Hashaná. Los hombres de la familia hacía rato que ya habían terminado. Jaim, de siete años, caminaba de la mano de su papá, pero se empezó a desesperar. Por más que su papá le pedía que esté tranquilo, Jaim trataba de escaparse para romper con la aburrida rutina de ir de una punta a la otra del Centro Comercial mientras hacían tiempo.

De repente al papá se le ocurrió una brillante idea, las escaleras mecánicas subían y bajaban solitariamente, pocos las utilizaban. Jaim no estaba muy familiarizado con las mismas. El papá le propuso viajar en ellas. Las primeras vueltas estuvieron colmadas de entusiasmo, pero a los pocos minutos ya habían perdido su encanto.

–Papá, ya me aburrí –le dijo Jaim.

–Tengo una idea Jaim, qué te parece si la subes al revés, subes por la que baja y después bajas por la que sube.

La idea le fascinó a Jaim y comenzó con su nuevo juego, pero esta vez no duró más de un minuto.

–Papá, no puedo, es muy difícil subir cuando la escalera baja.

Las palabras de su hijo fueron como un haz de luz que ilumina la densa oscuridad. Pensativo le dijo a su hijo:

–Qué verdad tan grande has dicho. Así es la vida, es fácil subir si la escalera sube pero es difícil si baja. Este mundo es como una escalera que desciende.Nosotros tenemos que tratar de subirla, si nos quedamos parados, ella sola nos llevará abajo, para poder subir debemos esforzarnos y superar la inercia.

El Rab Shneur Zalman de Liadi6 explica que esto nos enseña una lección importante, en las relaciones humanas. Si un individuo quiere absorber santidad, espiritualidad, buenas cualidades, necesita más que un contacto casual con las personas sagradas. Necesita estar apegados a ellos para absorber todas estas virtudes. Sin embargo para degenerarse espiritualmente, para impurificarse, es suficiente con entrar en contacto, incluso superficial, casual, con lo que es profano.

Las malas influencias tienen una fuerza muy grande por lo que no necesitan de mayor esfuerzo para surtir efecto, el instinto del mal automáticamente nos abre las puertas para satisfacer a las pasiones, pero para obtener virtudes necesitamos mucho esfuerzo y preparación para que el impulso del bien que representa la verdad, logre doblegar a los deseos pasionales. El mal es como la escalera mecánica que desciende, si no te esfuerzas, sola te jalará hacia abajo. Para poder apegarnos al bien debemos esforzarnos y superar la inclinación natural hacia el mal, entonces lograremos absorber la santidad.

 

Be the first to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published.


*