Parashat Bo, por Uriel Edery
Nuestra Parasha relata los acontecimientos que ocurren en la fase final de la esclavitud del Pueblo de Israel en Egipto. Llegando al final de la misma nos encontramos finalmente con la tan ansiada y luchada salida del Pueblo hacia la Sagrada Tierra de Israel.
Podríamos esperar que la Torá nos guíe a festejar este momento de forma gloriosa, con grandes manifestaciones, discursos, banderas. En lugar de esto, la Torá nos determina que este grandioso momento sea llevado a cabo con el Korban Pesaj, una Mitzvá, que como muchas otras, contiene una gran cantidad de pequeños y complicados detalles a cumplir.
Creo no estar equivocado al afirmar que el judaísmo es la religión que más preceptos prácticos tiene. ¿Por qué existen tantas Mitzvot? ¿Por qué el judaísmo no se limita a la fe en sus principios?
Observemos el mundo a nuestro alrededor. Pronto percibimos que existen ciertas cosas que el hombre no las puede ver o percibir tal como ellas son, sino que éstas necesitan de ciertos cuerpos para poder revelarse. Por ejemplo, la electricidad. Nosotros no vemos a la corriente eléctrica tal como ella es, sino que la vemos aplicada en diferentes cosas como la luz, artefactos electrónicos, etc. Nuestro entorno está repleto de aparatos electro-electrónicos. Cada uno de ellos revela otra faceta de la electricidad.
Lo mismo ocurre con la energía divina, en sí misma tan elevada que no podemos abarcarla tal como es. Necesitamos de instrumentos que nos posibiliten “ver” la energía divina que está presente en cada elemento de la naturaleza. Artefactos por medio de los cuales revelamos la esencia divina de cada partícula del tiempo, del espacio y del ser humano mismo.
Estos instrumentos son las Mitzvot. Cada Mitzva revela una faceta distinta de la energía divina. Al cumplir una Mitzva con todos sus detalles, estamos accionando el aparato que D’s nos dio para iluminar el mundo con Su presencia. Cada Mitzva revela otra faceta de D’s. Cada Mitzva conecta la esencia divina del tiempo, espacio y del ser humano con su fuente.
Al entender esto nos colmamos de una intensa alegría ya que D’s nos otorgó 613 instrumentos, aparatos divinos, para que podamos transformar la Su energía en luz para el mundo.
Seguramente todos usamos en mayor o menor medida algunos de estos instrumentos. Todos, unos más otros menos, cumplimos Mitzvot. Debemos estar conscientes y orgullosos de la luz que traemos al mundo. Asimismo, tenemos que saber que todavía quedan rincones oscuros. Todavía hay espectros de la luz divina que no brillan en nuestras vidas.
Utiliza los recursos que D’s te dio para que tu vida esté llena de energía divina. Elige una nueva Mitzva y haz que este mundo sea un lugar más iluminado.
Quiera el Creador que tengamos la fuerza de poder cumplir con las Mitzvot en todos sus detalles, con alegría y dedicación, Mitzvot que nos llevarán a ser iluminados con la luz eterna de Bereshit la cuál fue guardada en la Tora para así llegar a la unión total, en la cuál se unifican La Torá, El Pueblo y El Creador.
Shabat Shalom Umeboraj!
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Imágen: chaim zvi, licencia: https://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/
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