Devarim: Dónde, cuándo y cómo reprimir

Por el Rabino Ilan Rubinstein

“Estas son las palabras que habló Moshé a todo Israel en la margen oriental del Jordán, en el desierto, en la Aravá, frente al mar Rojo, entre Parán y Tófel, Laván, Jatzerot y Di Zahav” (Devarim 1:1).

En esta parashá Moshé se apresta a dar su última alocución al pueblo antes de que entren a la tierra de Israel.

El detalle de la mención del lugar donde se encuentran es por demás llamativa, nunca antes la Torá había mencionado tantos nombres para describir la ubicación de un solo lugar.

Sobre esta minuciosa referencia explica el Midrash que cada uno de estos nombres insinúa los lugares donde el pueblo se rebeló contra D-os en su estancia en el desierto.

¿Por qué justo en este momento encuentra Moshé correcto reprender al pueblo por lo que hicieron en el desierto y por qué de esta manera?

El Dr. Arun Gandhi, nieto de Mahatma Gandhi y fundador del instituto “M.K. Gandhi para la Vida Sin Violencia”, en un discurso en la Universidad de Puerto Rico, compartió la siguiente historia como un ejemplo de la vida sin violencia de parte de sus padres:

“Yo tenía 16 años y estaba viviendo con mis padres en el instituto que mi abuelo había fundado en las afueras, a 18 millas de la ciudad de Durban, en Sudáfrica, en medio de plantaciones de azúcar.

Estábamos bien al interior del país y no teníamos vecinos, así que a mis dos hermanas y a mí, siempre nos entusiasmaba el poder ir a la ciudad a visitar amigos o ir al cine.

Un día mi padre me pidió que lo llevara a la ciudad para asistir a una conferencia que duraba el día entero y yo aproveché esa oportunidad.

Como iba a la ciudad mi madre me dio una lista de cosas del supermercado que necesitaba y como iba a pasar todo el día en la ciudad, mi padre me pidió que me hiciera cargo de algunas cosas pendientes, como llevar el auto al taller. Cuando me despedí de mi padre él me dijo: Nos vemos aquí a las 5 p.m. y volvemos a la casa juntos.

Después de completar muy rápidamente todos los encargos, me fui hasta el cine más cercano. Me concentré tanto en la película, una película doble de John Wayne, que me olvidé del tiempo.

Eran las 5:30 p.m. cuando me acordé. Corrí al taller, conseguí el auto y me apuré hasta donde mi padre me estaba esperando. Eran casi las 6 p.m. Él me preguntó con ansiedad: “¿Por qué llegas tarde?”

Me sentía mal por eso y no le podía decir que estaba viendo una película de John Wayne; entonces le dije que el auto no estaba listo y tuve que esperar… esto lo dije sin saber que mi padre ya había llamado al taller.

Cuando se dio cuenta que había mentido, me dijo:

–Algo no anda bien en la manera como te he educado puesto que no te he dado la confianza de decirme la verdad. Voy a reflexionar que es lo que hice mal contigo. Voy a caminar las 18 millas a la casa y a pensar sobre esto.

Así que vestido con su traje y sus zapatos elegantes, empezó a caminar hasta la casa por caminos que no estaban ni pavimentadosni alumbrados. No lo podía dejar solo… así que yo manejé 5 horas y media detrás de él… viendo ami padre sufrir la agonía de una mentira estúpida que yo había dicho.

Decidí desde ahí que nunca más iba a mentir. Muchas veces me acuerdo de este episodio y pienso… Si me hubiese castigado de la manera como nosotros castigamos a nuestros hijos ¿hubiese aprendido la lección?

¡No lo creo! Hubiese sufrido el castigo y hubiese seguido haciendo lo mismo. Pero esta acción de no violencia fue tan fuerte que la tengo impresa en la memoria como si fuera ayer.

Explica el Or Hajaim Hakadosh  que la clave está en la ubicación del pueblo, ahora están parados en la margen oriental del río Jordán. Esto demuestra que están próximos a ingresar a la tierra. Ahora que ven que su sueño se va a cumplir, tienen una buena disposición para escuchar la reprimenda.

Igualmente llama la atención que los haya reprendido con insinuaciones. Si están bien predispuestos, quizá es el momento ideal para reconvenirlos abiertamente y evitar malos entendidos o futuras repeticiones de los vicios del desierto.

De aquí vemos la importancia de lo que dijo Rabí Elazar Ben Azariá “Me sorprendería si es que hay alguien en esta generación que sepa advertir”.

La reprimenda es un delicado arte, depende demuchas variables para poder ser efectiva. Depende del interlocutor, de su disposición, pero principalmente depende del que reprende. Por más buena disposición que tengamos para oír, cualquier palabra fuera de lugar, cualquier tono de voz inapropiado, cualquier expresión facial errónea, el momento inapropiado, nos llevarían al fracaso y el efecto buscado se perdería inmediatamente.

Moshé supo encontrar el momento, las palabras, la forma correcta para que su reprimenda fuera efectiva logrando su finalidad, la aceptación del pueblo del error.

La sutil insinuación evitó la instintiva reacción de ponerse a la defensiva cuando el individuo se siente atacado. Con su forma tan delicada Moshé les demostró que era sensible a sus sentimientos, que los quería y que por tanto quería también su bien. Debemos ser muy cuidadosos cuando queremos reprender a los demás, para no generar el efecto contrario al buscado. Y si bien sigue vigente en nuestra época lo dicho por Rabí Elazar Ben Azariá, esto no nos exceptúa de advertir haciendo nuestro mejor esfuerzo para lograr la concientización y el cambio positivo. Moshé le enseñó a Gandhi el secreto del liderazgo efectivo.

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