Jukat: Donde toco, me duele

Por el Rabino Ilan Rubinstein

“El pueblo acudió a Moshé implorando: ‘Hemos pecado murmurando contra el Eterno y contra ti. Pide al Eterno que quite las serpientes de nosotros’. E imploró Moshé por el pueblo” (Bamidvar 21:7,8).

Cuando ya habían superado la rebelión de Kóraj y se dirigían a la tierra de Israel, el pueblo perdió la paciencia y nuevamente se quejaron a Moshé con los mismos argumentos de siempre: “Y el pueblo habló contra D-os y contra Moshé: ¿Por qué nos sacaste de Egipto para morir en el desierto donde no hay pan ni agua? Ya estamos hartos de la maná”. (Bamidbar 21, 5)

Hashem mandó entonces serpientes venenosas que con su mordedura causaron una gran mortandad y el pueblo acudió a Moshé para que intercediera por ellos frente a D-os.

El pueblo le pide aMoshé que rece para que se quiten las serpientes y Moshé en lugar de pedir esto, solicita a D-os que ayude al pueblo. ¿Por qué pidió por el pueblo y no que quite las serpientes?

Un hombre va al doctor quejándose de una serie de dolores.

–Sr. Mandel en que le puedo ayudar –atentamente le dice el Dr.

–Ya no sé que más hacer me duele todo el cuerpo.

–¿Cómo es eso? –preguntó el Dr. sorprendido.

El señor Mandel procedió a tocar con su dedo índice cada parte del cuerpo.

–Me toco la nariz me duele, me toco la frente me duele, me toco la pierna me duele, me toco el cuello me duele.

El Dr. lo revisó y encontró el problema: –Sr.Mandel, tiene el dedo índice roto.

Explica el Rab Shlomó Kluger  que el pueblo pidió a Moshé que ruegue a D-os para que quite las serpientes porque creían que ellas eran la raíz del problema. Pero Moshé entendió mejor que ellos lo que realmente sucedía. Moshé sabía que las serpientes atacan a quienes se han degradado espiritualmente de tal manera que las serpientes los captan como si fueran otros integrantes del reino animal.

Captando la raíz del problema, Moshé pidió a D-os por el pueblo para que se arrepintieran de su error, por ende las serpientes dejarían de dañar a los humanos.

La historia de Daniel es un ejemplo de esto, él fue arrojado a la jaula de los leones y ellos, contra su naturaleza, no lo tocaron ya que lo veían como un ser superior.

¿Cuántos individuos hay que se llevan mal con todos? Y si les preguntas te dirán que nadie los entiende, que todos están locos. ¿Quién tiene la culpa, el dedo roto o las demás partes sanas del cuerpo?

Cuando se nos presentan situaciones indeseables en la vida debemos ir al fondo del problema, no atacar los síntomas, sino las causas. Es como tratar de apagar el fuego con un extintor apuntando a la llama y no a la base del fuego.

Se les hizo más fácil pedir que les quitaran las serpientes, que hacer el esfuerzo de sacar su propia “serpiente” de adentro.Moshé, el gran líder, los ayudó a reconocer su error.

 

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